El protocolo no es solo cuestión de formas: es comunicación, es relato, es una oportunidad para dar valor al deporte y a quienes lo hacen posible. Y cuando hablamos de actos institucionales de alto nivel, cada detalle marca la diferencia.
Esta semana lo hemos comprobado con la RFEN en dos experiencias muy distintas: una en el CAR de Sant Cugat, un espacio en el que entrenan los deportistas y por lo tanto es “nuestro terreno”, y otra en el Palacio de la Zarzuela, la residencia de S.M. el Rey. Dos actos con un mismo objetivo —felicitar a los medallistas de Singapur 2025— pero con dinámicas completamente diferentes.
Cuando el reconocimiento llega “a casa”
El CAR de Sant Cugat es mucho más que un centro de alto rendimiento: es el lugar donde han crecido varias generaciones de deportistas y donde, de alguna manera, también nos sentimos en casa. Allí recibimos la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado de una comitiva institucional de primer nivel: la ministra Pilar Alegría, el president de la Generalitat Salvador Illa, el presidente del CSD José Manuel Rodríguez Uribes y el conseller d’Esports Berni Álvarez, entre otros.
El motivo: reconocer la histórica actuación de la natación artística —con nueve medallas, el mejor resultado de su historia— y a las selecciones de waterpolo, oro masculino y bronce femenino en el Mundial de Singapur.
Natàlia Torné, en representación de la RFEN y desde la metodología de Sentrenta, coordinó junto con el protocolo de Moncloa y el CSD un trabajo de precisión: Organizar la foto oficial, cuidando posiciones y orden de autoridades y deportistas.
- Apoyo en la definición del recorrido del presidente dentro de las instalaciones.
- Atender a los medios, gestionar tiempos de entrevistas.
- Crear y publicar contenido en redes sociales en tiempo real, con un reel que acabó siendo compartido por organismos como el CSD, Moncloa y el propio Ministerio de Deportes, superando las 45.000 visualizaciones en 24 horas.
La tensión era palpable: un presidente siempre está pendiente de la agenda, del reloj y de cada movimiento. Pero precisamente ahí radica el valor de nuestro trabajo: anticipar, coordinar y ejecutar con la seguridad de conocer cada rincón del espacio.
Cuando somos nosotros quienes visitamos
Pocos días después nos tocó vivir la misma celebración en un escenario completamente opuesto: el Palacio de la Zarzuela, residencia oficial de S.M. el Rey.
La diferencia se nota desde el minuto uno. Aquí no somos anfitriones, sino invitados. Y eso cambia todo:
- El protocolo está definido al detalle por la Casa Real.
- No hay medios externos: las imágenes y vídeos son producidos por su equipo oficial.
- Todo fluye con un ritmo más calmado, casi íntimo, en un ambiente distendido propio de quien recibe en su casa.
El Rey se mostró cercano, sin la tensión que vimos días antes en Pedro Sánchez. No hubo entrevistas, ni cámaras externas, ni improvisación: todo se desarrolló con la solemnidad y la sobriedad propias de un acto institucional de la Corona.
En este contexto, nuestro papel en Sentrenta fue adaptarnos con profesionalidad y flexibilidad: respetar cada indicación, cuidar la imagen de la Federación y, al mismo tiempo, encontrar el modo de que el mensaje deportivo llegara a la sociedad una vez se difundieron las imágenes oficiales.
Dos maneras de contar un mismo logro
Estas dos experiencias nos recuerdan que el protocolo no es uniforme: cambia según el escenario, el anfitrión y el contexto institucional. Y ahí está la clave de nuestro trabajo:
- En “casa”, tenemos margen para visibilizar más la identidad de la RFEN y generar contenidos propios.
- En “casa ajena”, el reto es integrarse en un engranaje mucho más estricto, con la disciplina de adaptarse sin perder el foco en lo deportivo.
En ambos casos, la misión de Sentrenta es la misma: dar valor a los deportistas, cuidar la imagen de la Federación y transformar un acto protocolario en un relato que emocione y perdure.
Ha sido una semana intensa, de esas que parecen un maratón… pero también de las que nos recuerdan por qué merece tanto la pena lo que hacemos: porque cada detalle, cada gesto y cada acto institucional se convierte en una oportunidad para contar la grandeza del deporte.
Imágenes de la Casa Real
